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Vivir la aventura: Viajar con TDAH en mi mochila

Viajar es una experiencia enriquecedora que nos permite conocer nuevos lugares, culturas y personas.


Sin embargo, para aquellos que viven con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), el acto de viajar puede presentar desafíos únicos. 


Este es un trastorno neurobiológico que afecta a niños y adultos por igual y se caracteriza por la dificultad en mantener la atención, la impulsividad y la hiperactividad. 


Esta condición puede presentar desafíos adicionales cuando se trata de viajar en avión, ya que la mayoría de las personas con TDAH tienen dificultades para controlar sus impulsos y mantenerse enfocados, lo que puede generar sentimientos intensos de miedo y estrés al volar.


¿Qué es lo que genera tanto temor a las personas con TDAH al volar?


La respuesta puede variar de una persona a otra, pero algunos de los factores más comunes incluyen el miedo a perder el control, el aislamiento en un espacio pequeño y confinado, la ansiedad por el cambio de rutina y el estrés por las posibles interrupciones en el vuelo. 


Perder el control es una de las mayores preocupaciones para aquellos con TDAH al subir a un avión. 


La sensación de estar en un lugar desconocido, sin poder moverse libremente y con un horario estricto puede desencadenar una serie de pensamientos y emociones negativas que pueden ser abrumadoras.


Incluso, la responsabilidad de tomar decisiones importantes como qué hacer en caso de emergencia o qué comer durante el vuelo, puede generar aún más ansiedad. 


Otro punto a tener en cuenta es que los aviones son lugares extremadamente pequeños y confinados, sin la posibilidad de salir o caminar para estirar las piernas. 


Para las personas con TDAH, que suelen tener mucha energía y necesitan moverse constantemente, esto puede generar una gran incomodidad e incluso pánico. 


El hecho de estar rodeados de desconocidos y no poder escapar fácilmente de situaciones estresantes también puede ser una fuente de preocupación. 


La rutina es algo que las personas con TDAH suelen necesitar para manejar su trastorno y mantenerse enfocados en sus tareas diarias. 


Sin embargo, viajar en avión significa salir de esa rutina, lo que puede generar un gran estrés y afectar negativamente la capacidad de controlar los síntomas del TDAH. 


Además, la incertidumbre sobre cómo lidiar con las posibles interrupciones en el vuelo, como turbulencias o retrasos, puede generar una gran ansiedad.




¿Qué pueden hacer las personas con TDAH para manejar su ansiedad al volar? 


En primer lugar, es importante hablar sobre sus preocupaciones con sus médicos o terapeutas y buscar asesoramiento especializado. 


Algunas técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, pueden ser útiles para reducir la ansiedad en el momento del vuelo. 


También es recomendable informarse sobre el proceso de volar y los posibles obstáculos que pueden surgir durante el viaje. 


Tener un plan de acción claro para lidiar con estas situaciones puede ayudar a reducir la incertidumbre y el estrés. 


Si estás planeando un viaje en avión y tienes TDAH, es importante que tomes medidas preventivas para garantizar una experiencia de vuelo más cómoda y menos estresante. 


Algunas sugerencias incluyen llevar contigo medicamentos, comida saludable y entretenimiento para mantenerte ocupado durante el vuelo. Además, intenta reservar un asiento en la primera fila o en el pasillo, para tener más espacio y libertad de movimiento.


Por último, recuerda que el TDAH no te define y no debería limitar tus experiencias de viaje. Sigue estos consejos y, sobre todo, sé amable contigo mismo durante el vuelo.


Permítete tomarte descansos si es necesario, escuchar música relajante o moverte por el avión para aliviar tu ansiedad. 


Con un poco de preparación y un enfoque positivo, así como con terapia puedes superar el miedo a volar con TDAH y disfrutar de tus viajes al máximo.


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