En un abrir y cerrar de ojos, la tranquilidad de un vuelo puede desvanecerse en medio del estruendo de un fallo en el motor. Para muchos, la experiencia de estar a bordo de un avión cuando ocurre un incidente como este es una pesadilla que deja huellas profundas, tanto físicas como emocionales.
El verano pasado, mientras viajaba en un vuelo de Nueva York a Los Ángeles, experimenté uno de los momentos más terroríficos de mi vida.
A mitad del vuelo, repentinamente se escuchó un fuerte estruendo y el avión empezó a temblar violentamente.
El pánico se apoderó de todos nosotros, muchos experimentaron ansiedad y ataques de pánico, lo cual es comprensible después de esta experiencia.
Pero lo que nadie podía predecir, es que ese momento de terror tuvo secuelas tanto físicas como emocionales en muchas de las personas que estuvieron a bordo del avión.
Más allá del susto: las secuelas físicas y emocionales tras un fallo del motor en un avión de pasajeros
El cuerpo humano está diseñado para reaccionar ante situaciones de peligro, y un fallo en el motor del avión desencadena respuestas automáticas de estrés y ansiedad.
Incluso un trauma emocional de estar en un avión durante un fallo en el motor puede ser agobiante.
Y es que la sensación de impotencia al enfrentarse a una situación fuera de control puede dejar cicatrices emocionales duraderas y desarrollar miedo a volar.
Los recuerdos intrusivos del incidente, pueden interferir significativamente con la capacidad de la persona para funcionar en su vida diaria.
La evitación de situaciones relacionadas con el vuelo, como viajar en avión o incluso hablar sobre el incidente, también es frecuente y puede dificultar la recuperación.
Recuperación y apoyo con un curso de miedo a volar
Superar las secuelas físicas y emocionales de un fallo en el motor del avión puede llevar tiempo y requiere un enfoque integral.
Es fundamental buscar apoyo tanto médico como emocional. Consultar a un psicólogo en Madrid puede ayudar a abordar los síntomas de ansiedad y trauma, mientras que un médico puede evaluar y tratar cualquier lesión física.
El apoyo de amigos y familiares también es crucial en el proceso de recuperación.
Hablar sobre la experiencia y compartir sentimientos puede ayudar a procesar lo sucedido y reducir el aislamiento.
También asistir a los cursos de perder el miedo a volar en Madrid ayuda a las víctimas de traumas y proporcionan recursos y orientación para aquellos que luchan por superar su aerofobia.
En última instancia, es importante recordar que es normal experimentar una amplia gama de emociones después de un evento traumático como un fallo en el motor del avión.
Con el tiempo y el apoyo adecuado, muchas personas pueden encontrar una forma de seguir adelante y recuperar su sensación de seguridad y bienestar.